Capítulo 2320 

Después de que se marcharon, él se quejó con su colega, “Vaya, llegó una loquita, diciendo que está 

enferma sin tener nada. 

¿Quién se maldeciría asi a si misma?” 

Su colega le consoló, “Ahora, ¿quién no tiene sus rollos mentales? Si ella tiene el dinero y no molesta a otros pacientes, déjala estar.” 

Leonardo volvió con las medicinas y cuando iba a cargar a Maira para llevarla al carro, ella de repente dijo: “La señorita Rita ha llegado, ¿quieres ir a verla?” 

Su mirada era serena, al ver a Leonardo no mostraba alteración alguna, como si le diera lo mismo que Leonardo se quedara o se fuera. 

Leonardo la miró en silencio por un momento, antes de responder. “¿Quieres que vaya a verla?” 

Maira no entendia por qué Leonardo le hacía esa pregunta, ¿acaso alguna vez había sido su decisión que él se quedara o se fuera? 

“Si no quieres que vaya, no iré. Abuela ya organizó a un empleado para que lo acompañara. 

“No he dicho que no quieras que vayas.” Maira interrumpió a Leonardo, “Si estás tan preocupado por Rita, mejor ve tú mismo a chequearla, porque si no, incluso llevándome a casa, seguirás pensando en la señorita Rita.” 

Maira preferiría que él viera a Rita ahora a tener que soportar que, aunque fisicamente estuviera a su lado en el camino a casa, su mente estaría con otra mujer. 

Leonardo la miró fijamente un momento y, de repente, la levantó en brazos. Ella se sobresaltó y rápidamente se aferró a su cuello. 

¿Había elegido quedarse con ella? 

Maira casi no podía creerlo, siempre había estado tan preocupado por Rita, incluso había viajado al extranjero por ella… 

Pero al siguiente segundo, Leonardo giró hacia el consultorio donde Rita acababa de entrar. La sonrisa de Maira se desvaneció un poco. 

Parecía que había pensado de más. Sin importar la situación, Leonardo nunca dejaría de lado a Rita. 

“Señor.” 

Al ver a su jefe acercarse, con radiografías en mano, el rostro de Saúl iluminó con entusiasmo. 

“Señorita.” 

Maira sonrió, al escuchar esas palabras, esta persona era a quien solía ver siempre en la mansión. Siempre radiante, como si no tuviera preocupaciones, su sola presencia era reconfortante. 

“¿La abuela te envió a acompañar a la señorita Rita al médico?” 

Él asintió, mostrando una expresión de pena que rápidamente desapareció. 

Después de todo, en esta casa ellos eran los anfitriones y la señorita Rita era la invitada, él no deberia quejarse de una invitada. 

16:152 

Capitulo 2320 

“Ya tomamos las radiografías, en un rato deberíamos poder volver. ¿Quieren ustedes irse antes?” 

Fue entonces cuando Leonardo habló: “Parece que tu pierna no está tan mal después de todo, así que Maira y yo nos iremos primero.” 

Rita, por supuesto, frunció el ceño, no quería que se fueran sin ella. 

Este chico que la había cargado hasta aquí era un verdadero hombre de acero, no entraba en razón con nada de lo que ella decia. 

Quería preguntarle a Maira cómo se las arreglaba con la matriarca de la familia Ibarra, pero su boca parecia estar sellada como si estuviera bloqueada, no importaba cómo intentara abrir la boca, ¡simplemente era imposible hacerle hablar! 

“Leito, espérame un poco, el médico ya va a revisar mis radiografías, ¿no podemos volver juntos?” 

Rita intentó apartar su mirada de Maira en los brazos del hombre, pero no podía evitar verlos tan cercanos, los celos la inundaban. 

Maira no dijo nada, simplemente esperaba la decisión de Leonardo. 

En ese momento, el médico tosió dos veces, “Señorita Rita, tu pierna está bien, ya puedes irte.” 

Él no quería lidiar solo con una mujer tan insistente y caprichosa. 

Al oírlo, Rita volvió la cabeza y lanzó una mirada asesina al médico. 

¿Cómo era posible que este tonto no entendiese lo que la gente le decía? 

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