Capítulo 2319 

“¡Ay!” Cuando la mano del doctor se movió hacia la zona inflamada, Maira no pudo evitar gritar. 

El doctor, en cambio, pareció aliviado, como si se hubiera quitado un peso de encima, “Parece que solo 

es 

s un esguince, el resto no duele. De todos modos, sería mejor tomar unas radiografías para estar seguros. Pero vas a necesitar pasar unos días de reposo para poder caminar, es muy importante no empeorar la lesión. 

Señor Ibarra, tiene que asegurarse de que su esposa no use esa pierna, ¿vale?” 

Leonardo asintió con seriedad, estaba decidido a no dejar que la condición de Maira empeorara. 

Al escuchar que no se trataba de una fractura, Maira finalmente respiró aliviada. Estar en cama en casa durante unos días era mucho mejor que tener que descansar durante meses. 

Luego fueron a tomar las radiografías, y mientras Leonardo fue a buscar los medicamentos para ella, fue cuando Rita llegó cargada por un joven. 

Saúl solo podía pensar en la mala suerte que tenia ese día, llevando a esa mujer que no colaboraba en absoluto. Encima de él, se quedaba rigida como si fuera un zombi. 

Si no fuera porque él la sostenia firmemente de su brazo, probablemente se habría caído. 

¿No le daba miedo lastimarse aún más? Si ya tenía una lesión en la pierna. 

Y tampoco se atrevía a tocar la pierna de esta mujer, después de todo, era una desconocida y siempre debía mantener cierta distancia. 

Pero Rita, quien sabía qué estaba pensando, casi deseaba caerse y torcerse el tobillo. 

Ahora que sus manos y pies estaban bien, si llegaba al hospital, su mentira quedaria al descubierto, ¿verdad? 

Sin embargo, sería más fácil engañar solo a Leonardo siempre y cuando esos dos ancianos no vinieran con él. 

Rita se preocupó demasiado pronto, porque cuando la llevaron con el doctor, Leonardo no apareció ya que estaba ocupado comprando los medicamentos para Maira. 

Durante todo el camino, Saúl la acompañó, llevándola a cuestas y cuando el doctor le preguntó cuál pierna estaba herida, Rita extendió descuidadamente su pierna izquierda. 

El doctor frunció el ceño y luego dijo: “Señorita Rita ¿se habrá confundido? Esta pierna parece estar bien, ¿dónde le duele?” 

No tenía una hinchazón por ninguna parte, ¿cómo podria ser un esguince? 

Rita frunció el ceño impaciente, “Doctor, ¿está cuestionando lo que digo? Si digo que duele, es porque duele. ¿Por qué habría venido al hospital si no sintiera dolor? 

Si no puede ver lo que tengo, mejor traiga a otro doctor. Cuestionar al paciente sin tener la habilidad para diagnosticar, eso si que es ser un incompetente.” 

El pobre doctor también tenía mala suerte, no solo tenia que trabajar horas extras esa noche, sino quel también se encontraba con una paciente tan poco cooperativa. 

Antes de que pudiera decir dos palabras, ya le habían colgado la etiqueta de incompetente, y se sentía realmente agraviado. 

16:15 

Capitulo 2319 

Saúl, que estaba a un lado, también se sentía mal por el doctor y tocó cuidadosamente a Rita con el 

dorso de su mano. 

“Si no le duele, volvamos a casa y no desperdiciemos los recursos médicos de este lugar.” 

Rita r 

rodó los ojos exasperadamente, “¿Acaso no entiendes lo que digo? 

Dije que me duele el pie, si no hay heridas por fuera, entonces tomen una radiografía y vean si hay un esguince en el interior. 

La anciana me pidió que viniera contigo al médico, ¿vas a echarme asi de rápido? 

¡Cuidado con no poder explicarlo cuando regreses a casa!” 

Saúl, que era un hombre honesto, se sentía tan mal por sus palabras que, a pesar de su propia incomodidad, pidió disculpas al médico y preguntó si podrían hacerle la radiografía a ella. 

“Señorita, no sea caprichosa, si tiene un esguince, definitivamente habría una hinchazón en la piel. Las radiografías son más para problemas de fracturas. No siente dolor en ninguna parte, y sin embargo insiste en que tiene un esguince por dentro, realmente eso es…” 

Rita soltó una risa gélida y golpeó la mesa del doctor con fuerza, “Yo quiero gastar el dinero en esa radiografia, ¿me la van a hacer de todos modos?” 

Saúl, temiendo que Rita descargara su ira en el doctor rápidamente intervino, “Doctor, por favor, háganos el favor de programar la radiografía, Esperaremos los resultados antes de tomar cualquier decisión. Si no hay ningún esquince, entonces nos iremos de inmediato.” 

Como estaban decididos a gastar ese dinero, el médico no tuvo más remedio que organizarles la radiografia. 

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