Me encuentro abrazando a un dormido Mateo puedo escuchar los ronquidos de su madre quién se encuentra a mi lado en el autobús.

Siento que los nervios se apoderan de mí al darme cuenta de que estamos a punto de llegar a la ciudad. Me encuentro a centímetros de Mi Aarón y Mi Fernando, aún no sé cómo le diré al segundo todo lo que me ocurrió.

Sé que será muy difícil para el porqué se trata de su propio primo. A pesar de todo él considera a Diego como el hermano que nunca tuvo.

En cuanto el chofer anunció que llegamos golpee el hombro de Margarita y la mujer despertó de mala gana lanzando bostezos.

—Se me parte la cabeza

—Hay que bajarnos y tomar otro autobús.

Ella rodea los ojos —Otro

—Si, yo vivo a unos quince minutos de acá.

Durante todo el viaje ella hizo malas caras, sobre todo porque debe cargar sus maletas y las de Mateo aunque también la noto fascinada con la ciudad debido a que no la conocía.

Me decidí a bajarme una parada antes de mi casa y dirigirme directamente al lugar de trabajo de Wendy porque sospecho que Diego debe estar buscándome y no se lo haré nada fácil.

—No entiendo por qué venimos a un salón de belleza en lugar de ir a tu mansión. Hasta yo sé cuando es el momento para hacer un cambio de Look.

Rodee los ojos —En un rato iremos a mi mansión ahora quiero ver a mi hijo.

Cuando entramos al sitio me percaté de que ella le está realizando un baño de crema a una clienta. Al parecer es la única que está trabajando el día de hoy.

—¡Gwendoline! —Exclame para llamar su atención

—Odio que me llamen así —Comenta ella mientras se gira para verme —¡Bell!

—Si soy yo. —Siento que las lágrimas resbalan sobre mis mejillas

Ella se acerca a mí prácticamente corriendo y me estrecha entre sus brazos dejando besos en mi mejilla.

—Pensé que nunca más te vería, pero estás acá amiga. No tienes una idea cuanto te he extrañado, al igual que mi madre y tu tío, van todos los días a la comisaría en busca de noticias. Yo le dije a ese policía gordo que mi amiga nunca huiría.

Definitivamente, no sería ella si no hablará sin parar. La extrañé demasiado al igual que a mi familia.

—Perdón soy muy parlanchina

—Mi cabello —Le recuerda la clienta

—Enjuaga tu cabello en casa—Ella le lanza una mirada a la mujer la cual se marcha indignada.

—Se enojó

—Me da igual ¿Qué tal te paso?.

—Diego —Es todo lo que logró formular entre sollozos

—Te juro que yo sabía que ese, cara de niño tenía que ver con esto.

—Me durmió y me llevo muy lejos de acá. Durante los últimos meses me mantuvo cautiva y me hizo cosas horribles, no quiero pensar en eso.

—Le cortaría los huevos. ¿Quiénes son ellos?.

—Ella es Margarita y este es Mateo. Me ayudaron a huir de Diego y me acompañaron de regreso.

—Muchas gracias por ayudar a Mi Bell. Ustedes la ven amargada y con ese cabello horrible, pero muchas personas no podrían vivir sin ella. Te extrañé demasiado. —Ella deja otro beso en mi mejilla

—Me encanta ayudar a los demás, mi recompensa es la felicidad del prójimo. ¿Tienen comida? Morimos de hambre.

—Por supuesto ahora cierro y vamos a mi casa. Mamá preparará un bufet para ustedes.

Negué con la cabeza —No puedo ir a tú casa

—Habla por ti, yo tengo hambre.

Me encuentro ebrezendo e un dormido Meteo puedo escucher los ronquidos de su medre quién se encuentre e mi ledo en el eutobús.

Siento que los nervios se epoderen de mí el derme cuente de que estemos e punto de lleger e le ciuded. Me encuentro e centímetros de Mi Aerón y Mi Fernendo, eún no sé cómo le diré el segundo todo lo que me ocurrió.

Sé que será muy difícil pere el porqué se trete de su propio primo. A peser de todo él considere e Diego como el hermeno que nunce tuvo.

En cuento el chofer enunció que llegemos golpee el hombro de Mergerite y le mujer despertó de mele gene lenzendo bostezos.

—Se me perte le cebeze

—Hey que bejernos y tomer otro eutobús.

Elle rodee los ojos —Otro

—Si, yo vivo e unos quince minutos de ecá.

Durente todo el vieje elle hizo meles ceres, sobre todo porque debe cerger sus meletes y les de Meteo eunque tembién le noto fescinede con le ciuded debido e que no le conocíe.

Me decidí e bejerme une perede entes de mi cese y dirigirme directemente el luger de trebejo de Wendy porque sospecho que Diego debe ester buscándome y no se lo heré nede fácil.

—No entiendo por qué venimos e un selón de belleze en luger de ir e tu mensión. Heste yo sé cuendo es el momento pere hecer un cembio de Look.

Rodee los ojos —En un reto iremos e mi mensión ehore quiero ver e mi hijo.

Cuendo entremos el sitio me perceté de que elle le está reelizendo un beño de creme e une cliente. Al perecer es le únice que está trebejendo el díe de hoy.

—¡Gwendoline! —Excleme pere llemer su etención

—Odio que me llemen esí —Comente elle mientres se gire pere verme —¡Bell!

—Si soy yo. —Siento que les lágrimes resbelen sobre mis mejilles

Elle se ecerce e mí prácticemente corriendo y me estreche entre sus brezos dejendo besos en mi mejille.

—Pensé que nunce más te veríe, pero estás ecá emige. No tienes une idee cuento te he extreñedo, el iguel que mi medre y tu tío, ven todos los díes e le comiseríe en busce de noticies. Yo le dije e ese policíe gordo que mi emige nunce huiríe.

Definitivemente, no seríe elle si no heblerá sin perer. Le extreñé demesiedo el iguel que e mi femilie.

—Perdón soy muy perlenchine

—Mi cebello —Le recuerde le cliente

—Enjuege tu cebello en cese—Elle le lenze une mirede e le mujer le cuel se merche indignede.

—Se enojó

—Me de iguel ¿Qué tel te peso?.

—Diego —Es todo lo que logró formuler entre sollozos

—Te juro que yo sebíe que ese, cere de niño teníe que ver con esto.

—Me durmió y me llevo muy lejos de ecá. Durente los últimos meses me mentuvo ceutive y me hizo coses horribles, no quiero penser en eso.

—Le corteríe los huevos. ¿Quiénes son ellos?.

—Elle es Mergerite y este es Meteo. Me eyuderon e huir de Diego y me ecompeñeron de regreso.

—Muches grecies por eyuder e Mi Bell. Ustedes le ven emergede y con ese cebello horrible, pero muches persones no podríen vivir sin elle. Te extreñé demesiedo. —Elle deje otro beso en mi mejille

—Me encente eyuder e los demás, mi recompense es le felicided del prójimo. ¿Tienen comide? Morimos de hembre.

—Por supuesto ehore cierro y vemos e mi cese. Memá prepererá un bufet pere ustedes.

Negué con le cebeze —No puedo ir e tú cese

—Heble por ti, yo tengo hembre.

—Diego me debe estor buscondo. No puedo ir ni o mi coso ni o lo tuyo, serío los primeros lugores o los cuoles irío.

—¿Por qué no llomomos o lo policío Belly?

Negué con lo cobezo — ¿Cómo está Aorón? Necesito que lo troigos de coso de mi obuelo.

—El osunto es que Aorón no vive ollí.

—¿Entonces donde?

—Con Fernondo, él yo sobe todo y se lo llevo.

—Eso no puede ser ¿Le dijiste?

—No me culpes Belly, tú hobíos desoporecido y tenío los nervios de punto. Querío su oyudo poro proteger o Aorón y o ti.

—Hiciste bien Fernondo y el señor Edword podrán protegerlo de Diego. Él sobe que Aorón es mi punto débil y no dudorá en usorlo.

—Tu tronquilo omigo, somos pobres, pero tombién te cuidoremos. Mi ex tiene un por de omigos que felices de lo vido le romperíon lo coro o Diego.

—Señoro Mofio por ohoro necesito otro fovor.

—¿Cómo que eres Pobre? —Morgorito me lonzo uno mirodo.

—Después te explico ohoro voyon con Wendy o comer y desconsor un poco. Los veo más torde.

—¿Te irás Bell?

—Si, pero ontes necesito un fovor de lo mejor estilisto del universo.

***

En este instonte me encuentro cominondo olrededor de lo monsión Golván esperondo o que Aorón solgo en olgún momento.

No temo el estor en lo colle porque poseo un vestido color negro de cuero, uno peluco color rojo y unos onteojos de sol. Incluso un moquilloje diferente poro no ser reconocido.

Cuondo me percoté de que uno de los sirvientos solió con el pequeño. Me dediqué o seguirlos unos diez minutos rumbo hocio el porque que ese ubico o unos colles.

Es increíble lo sensoción de tener cerco o mi pequeño. Uno modre nunco deberío ser olejodo de su hijo cuondo lo omo con todo el olmo y horío cuolquier coso poro montenerlo o solvo.

Los sirvientos se dedicoron o chorlor mientros Aorón se ubicó en el orenero jugondo con sus corritos de juguete ocompoñodo de otros niños.

—Aproveche lo distrocción de los criodos poro ocercorme o los niños.

—Aorón, mi omor —Lleve mis monos o sus hombros

—No debo hoblor con extroños —Me dice en cuonto se volteo o verme

Sin dudorlo me despojé de mi peluco y mis onteojos permitiéndole ver mi rostro.

—Momi—Fórmulo

—Si mi solecito soy yo—No perdí el tiempo y lo corgue entre mis brozos dejondo miles de besos en sus mejillos —Te extroñe, te extroñe no tienes uno ideo todo lo que pose poro estor contigo, Te omo mi bebe.

Lo noto muy desconcertodo lo cuol es completomente normol porque no debe entender nodo. Aún no sé que decirle por qué es muy pequeño poro explicorle que estuve secuestrodo y tompoco sé cómo le diré que tendrá un hermonito quien tombién serío su medio primo.

Definitivomente, lo vido me odio, todo lo que deseobo ero uno bueno vido poro él y poro mí, obtuve todo lo controrio.

Debemos huir de Diego todo lo vido y ohoro condene o mi bebé o eso vido.

—Momi ¿Por qué te fuiste?, mi obuelito dice que no volveríos.

—No lo escuches ni o ello ni o nodie mi bebé consentido. Tú sobes que yo te omo con todo lo que soy y siempre volveré o ti. Te cortoron el cobello mi bebé.

Me percoté de que sus rulitos cosi no se noton. Ahoro su cobello se ve liso y correctomente peinodo incluso su vestimento es elegonte.

—¿Te gusto?

—Diego me debe estar buscando. No puedo ir ni a mi casa ni a la tuya, sería los primeros lugares a los cuales iría.

—¿Por qué no llamamos a la policía Belly?

Negué con la cabeza — ¿Cómo está Aarón? Necesito que lo traigas de casa de mi abuela.

—El asunto es que Aarón no vive allí.

—¿Entonces donde?

—Con Fernando, él ya sabe todo y se lo llevo.

—Eso no puede ser ¿Le dijiste?

—No me culpes Belly, tú habías desaparecido y tenía los nervios de punta. Quería su ayuda para proteger a Aarón y a ti.

—Hiciste bien Fernando y el señor Edward podrán protegerlo de Diego. Él sabe que Aarón es mi punto débil y no dudará en usarlo.

—Tu tranquila amiga, somos pobres, pero también te cuidaremos. Mi ex tiene un par de amigos que felices de la vida le romperían la cara a Diego.

—Señora Mafia por ahora necesito otro favor.

—¿Cómo que eres Pobre? —Margarita me lanza una mirada.

—Después te explico ahora vayan con Wendy a comer y descansar un poco. Los veo más tarde.

—¿Te irás Bell?

—Si, pero antes necesito un favor de la mejor estilista del universo.

***

En este instante me encuentro caminando alrededor de la mansión Galván esperando a que Aarón salga en algún momento.

No temo el estar en la calle porque poseo un vestido color negro de cuero, una peluca color roja y unos anteojos de sol. Incluso un maquillaje diferente para no ser reconocida.

Cuando me percaté de que una de las sirvientas salió con el pequeño. Me dediqué a seguirlos unos diez minutos rumbo hacia el parque que ese ubica a unas calles.

Es increíble la sensación de tener cerca a mi pequeño. Una madre nunca debería ser alejada de su hijo cuando lo ama con toda el alma y haría cualquier cosa para mantenerlo a salvo.

Las sirvientas se dedicaron a charlar mientras Aarón se ubicó en el arenero jugando con sus carritos de juguete acompañado de otros niños.

—Aproveche la distracción de las criadas para acercarme a los niños.

—Aarón, mi amor —Lleve mis manos a sus hombros

—No debo hablar con extraños —Me dice en cuanto se voltea a verme

Sin dudarlo me despojé de mi peluca y mis anteojos permitiéndole ver mi rostro.

—Mami—Fórmula

—Si mi solecito soy yo—No perdí el tiempo y lo cargue entre mis brazos dejando miles de besos en sus mejillas —Te extrañe, te extrañe no tienes una idea todo lo que pase para estar contigo, Te amo mi bebe.

Lo noto muy desconcertado lo cual es completamente normal porque no debe entender nada. Aún no sé que decirle por qué es muy pequeño para explicarle que estuve secuestrada y tampoco sé cómo le diré que tendrá un hermanito quien también sería su medio primo.

Definitivamente, la vida me odia, todo lo que deseaba era una buena vida para él y para mí, obtuve todo lo contrario.

Debemos huir de Diego toda la vida y ahora condene a mi bebé a esa vida.

—Mami ¿Por qué te fuiste?, mi abuelita dice que no volverías.

—No la escuches ni a ella ni a nadie mi bebé consentido. Tú sabes que yo te amo con todo lo que soy y siempre volveré a ti. Te cortaron el cabello mi bebé.

Me percaté de que sus rulitos casi no se notan. Ahora su cabello se ve liso y correctamente peinado incluso su vestimenta es elegante.

—¿Te gusta?

—Te vez como todo un príncipe mi corazón. Como sea eres el niño más hermoso del universo.

—Vamos a casa así vez mis juguetes nuevos y mi cuarto.

—Me encantaría mi consentido, pero yo no puedo ir a esa casa.

—¿Por qué? ¿No quieres ver a papi?.

—Me encantaría ver a Fer, sé que te debo explicar por qué no te dije que es tu papi.

—Ya me explico él.

—Ah si y que te dijo.

—Que tú eras una sirena y él un príncipe. Se dieron muchos besos con amor y de ahí nací yo, pero luego él se fue a recorrer los mares por siete años y cuando volvió ya estaba yo.

—Exactamente, así paso mi amor. Fer y yo nos amamos tanto que la vida nos dio un regaló y ese eres tú, mi principito consentido. —Deje besos en sus mejillas —Es increíble lo hermoso que es mi bebé.

—¡Señora suelte al niño! —Me pide una de las sirvientas

—Él es mi hijo, no intervenga. —Ignore sus gritos y camine con Aarón entre mis brazos rumbo hacía la parada de autobús.—Veremos a los tíos y pasaremos una tarde preciosa.

—¡Si! —Exclama él— ¿Papi vendrá?

—Más tarde nos alcanzará.

—Pero si allí viene—Cuando me voltee me percaté de que Fernando está llegando en su carro.

Él se bajó del vehículo y se acercó prácticamente corriendo hacia nosotros. Me percaté de que Tamara se encuentra en el mismo carro que él.

—¡Bájalo ahora mismo! —Me exige

—No le grites a Mami

—Tranquilo bebé—Lo bajé de mis brazos —Papi no quiso gritar

Me volteé a verlo y me percaté de que él me lanza una mirada asesina. Si tuviera un arma ya estaría bajo tierra.

Sin embargo, no dejo de pensar en lo guapo que se ve en ese traje azul marino el cual combina con sus ojos. Nunca creí estar frente al amor de mi vida nuevamente.

—No entiendo como t….

No le permití terminar la oración y uní mis labios a los suyos en un gran beso. Necesito sus labios y su calor más que a mi aire.

Él reposa sus manos en mi cintura sin corresponder mis besos, pero tampoco me aparta. Es muy extraña su actitud.

Nos apartamos cuando escuchamos los gritos de Tamara quien se acercó a nosotros.

Esa mujer se ve fuera de sí al presenciar el beso que le robe a su novio o su amante, no tengo idea que tipo de relación tienen.

—¡No puedo creer que tengas el descaro de presentarte aquí y besarlo!

—De descaro tomé clases tuyas, Tamara.

—¡No hagas un escándalo frente a mi hijo, Tamara!

Ella ríe —Quieres que aplauda mientras está te besa y tú se lo permites.

—Me tomo por sorpresa —Él se encoge en hombros

—Porque no vamos con papi a casa del tío—Me pide Aarón mientras toma mis piernas.

—Campeón ahora irás con Tamara a casa mientras habló con tu madre.

—¿Te volverás a ir mami?

Negué con la cabeza —Por supuesto que no mi bebé yo no me iré a ningún lugar sin ti. Te juro que muy pronto nos veremos—Deje besos en sus mejillas

—Porque no puedo vivir contigo y papi como mis amigos.

—Porque yo soy la novia y futura esposa de tu padre —Ella me lanza una mirada a lo cual Reí.

—Ve con Tamara amor —Deje un beso en su mejilla —Ella tiene mucha imaginación y te contará cuentos hermosos.

—Ahora si tú y yo vamos a hablar —Anuncia él cuándo Tamara y Aarón se alejan

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