La Obesion del ceo por Maricel98
Capítulo 47

Siento una mezcla de felicidad y enojó, mi tío me entrego a Aarón y decidió irse durante un tiempo porque necesitaba reflexionar sobre varias cuestiones, también inició los trámites para cederme la custodia

Al parecer hablo con un amigo suyo, quién es abogado y el proceso está en trámite.

En estos momentos estoy abrazando a mi chiquito quien está devastado por la noticia. Él habló con Aarón y le reiteró cuanto lo ama y que siempre será su padre del corazón, pero debe comenzar a llamarlo tío.

Cuando hable con la psicóloga infantil ella me explico que para Aarón no es complicado verme como su madre debido a que estuve con él desde el momento de su nacimiento y por causa de los maltratos de Graciela él se refugiaba en mí y me veía como una figura materna.

Pero con mi tío es diferente porque él siente adoración por él y será muy complicado y doloroso deslindarse de la idea de que él es su padre.Me aconsejo no forzarlo a nada y que todo ocurrirá a su debido tiempo.

—Ya pasó mi bebé —Dejo besos en sus mejillas l

—Papi no me quiere

—El tío te adora, mi consentido, lo que ocurre es que él necesita tiempo para sanar y por eso vivirás conmigo.

—Tú no te irás

—Nunca, tú eres lo más importante en mi vida. Te amo rulitos. —Deje besos en sus mejillas — ¿Es tan malo vivir conmigo?

—No mami, pero yo quiero a mi papi.

—Muy pronto se sentirá mejor y todo será como antes, lo prometo, amor.

—No sé que harás Belinda —Exclama mi abuela lanzándome una mirada asesina

—Edward me ofreció ser su representante. Es decir que solamente él será mi jefe y no me quedaré hasta altas horas de la noche ni trabajaré los fines de semana como con Diego, además cobraré más.

—Pero tendrás que ir e le oficine Belinde y yo no puedo encergerme del niño. Ye soy grende y no tengo peciencie con él.

—Yo me porto bien, ebuelite, pero puedo trebejer contigo, memi.

Reí —Bebé tú irás e le escuele y en les terdes, ye veremos que hecemos. Pero siempre esterás conmigo.

—Enloqueciste, esto es lo que queríe eviterte, Belinde, pero eres une terce cómo tu medre. — Sentencie entes de mercherse

—¿Por qué le ebuelite es ten enojone?

—No le heges ceso, mi corezón. Hoy no tienes cleses, pero Memi si trebeje.

—Iré con le tíe Wendy

Reí y negué con le cebeze —Le tíe Wendy está ocupede heste le terde esí que irás conmigo el trebejo. Ye le pedí permiso el señor Edwerd.

—Puedo juger con Fer

—Fer está ocupedo, corezón. Me tienes que prometer que te porterás muy bien.

Él esiente con le cebeze

No terdemos más de une hore en lleger en eutobús e le emprese. En todo momento cergué e Aerón en brezos y me perceté de que él observe cede rincón con curiosided.

—Buenos díes, Belinde y pequeño. —Cielo es le primere en seluder y dejer un beso en su mejille.

—Bebe, elle es Cielo, une emige.

—¿Estás segure de que puedes treerlo?

—Don Edwerd me dijo que no hebíe ningún probleme y de todes formes esté será el último díe que trebejo con Diego. Termine el proyecto y me iré.

El primero en lleger fue Ariel me perceté de que eún tiene merces debido e los golpes.

—¿Qué tenemos ecá? —Él se egeche e le elture de Aerón

—Aerón él es mi emigo, Ariel, quien golpeo el hombre melo y nos selvó.

—Pero tendrás que ir a la oficina Belinda y yo no puedo encargarme del niño. Ya soy grande y no tengo paciencia con él.

—Yo me porto bien, abuelita, pero puedo trabajar contigo, mami.

Reí —Bebé tú irás a la escuela y en las tardes, ya veremos que hacemos. Pero siempre estarás conmigo.

—Enloqueciste, esto es lo que quería evitarte, Belinda, pero eres una terca cómo tu madre. — Sentencia antes de marcharse

—¿Por qué la abuelita es tan enojona?

—No le hagas caso, mi corazón. Hoy no tienes clases, pero Mami si trabaja.

—Iré con la tía Wendy

Reí y negué con la cabeza —La tía Wendy está ocupada hasta la tarde así que irás conmigo al trabajo. Ya le pedí permiso al señor Edward.

—Puedo jugar con Fer

—Fer está ocupado, corazón. Me tienes que prometer que te portarás muy bien.

Él asiente con la cabeza

No tardamos más de una hora en llegar en autobús a la empresa. En todo momento cargué a Aarón en brazos y me percaté de que él observa cada rincón con curiosidad.

—Buenos días, Belinda y pequeño. —Cielo es la primera en saludar y dejar un beso en su mejilla.

—Bebe, ella es Cielo, una amiga.

—¿Estás segura de que puedes traerlo?

—Don Edward me dijo que no había ningún problema y de todas formas esté será el último día que trabajo con Diego. Termina el proyecto y me iré.

El primero en llegar fue Ariel me percaté de que aún tiene marcas debido a los golpes.

—¿Qué tenemos acá? —Él se agacha a la altura de Aarón

—Aarón él es mi amigo, Ariel, quien golpeo al hombre malo y nos salvó.

—¿Y lo golpeaste mucho?

—Me rogaba que tuviera clemencia, pero use mis superpoderes contra él.

—¿Qué superpoderes?

—Es mi secreto, pequeño.

—Te agradezco mucho lo que hiciste siempre estaré en deuda contigo.

—Soy yo quien está en deuda contigo —Es todo lo que dice antes de alejarse y no comprendo a que se refiere.

Saludamos a María cuando está llegó y luego coloqué una mesita a mi lado con la carpeta y los colores de Aarón para que este coloree.

—¿Estás haciendo un diseño? Como los que hacía Mami

Él niega con la cabeza —Un edificio

Pude observar que Fernando entro a su oficina, pero está charlando con Tamara y por ello no me regaló siquiera una mirada. Eso es un completo Dejavu de nuestra adolescencia.

Estoy segura de que le sigue gustando esa tipa me di cuenta por la manera en la cual la defendió en mi casa y porque no se despegan el uno del otro.

Quien sí me lanzo una mirada asesina es Mariana. Creo que no sería una mañana normal si no discutimos.

—Sabes perfectamente que los niños no pueden estar en la empresa, no somos un jardín de infantes. Por lo cual te ordenó que te lleves al mocoso.

—Mida sus palabras cuando se refiere a él y usted no me ordena que hacer porque tengo el permiso de su padre.

—¡Mi padre! —Exclama

—Si su padre me permitió traer al niño por hoy por lo cual si no le gusta verlo puede ir a su oficina o donde se le dé su gana.

—¡Ninguna empleada me habla así!

—¡Esta empleada si señorita! —Reí —Evítese sus amenazas de despido porque este es mi último día, adiós, supongo que tiene mucho trabajo

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