Diego

Ha transcurrido un mes desde que mi hija murió. Desgraciadamente, no logré acusar al perro de mi primo de asesinato porque descubrieron que los frenos del carro estaban dañados, pero me salvé porque culparon al muerto de hambre del mecánico.

Decidí permitir que las aguas se calmaran por el momento, pero ya estoy ideando un plan para volver a tener a Belinda. No puedo arriesgarme a volver a secuestrarla porque está vez no me salvaría de la prisión, lo que necesito es encontrar la forma de que ella se entregue a mí.

Tal vez el camino sea su hijo Aarón. Si logrará apropiarme del mocosito podría obligarla a casarse conmigo. Esa es la única razón por la cual el niño sigue vivo porque él debería estar muerto como mi hija.

En este instante me encuentro en la oficina con mi padre. Estamos charlando sobre el futuro de la empresa porque no es conveniente que caiga en manos de alguno de los Galván.

—¿Ya hablaste con Mariana verdad?

Negué con la cabeza —No volveré con esa frígida y mucho menos ahora.

—Ya olvídate de Belinda y céntrate en Mariana, debes asegurar tu puesto en la empresa y para ello necesitas su apoyo.

—Con tu apoyo y el de Ariel es suficiente porque Fernando no puede votar.

—Pero Olga y Edward votarán por su hijo y el voto decisivo es el de Mariana.

—Mariana no es idiota papá. Ella nunca me creerá que deseo volver con ella. No te preocupes aunque Fernando asuma la presidencia mientras Ariel maneje el área contable me cubrirá.

—Confías demasiado en Cisneros.

Reí —Digamos que lo tengo agarrado de los huevos. ¿Por qué piensas que no declaró en mi contra?.

***

Antes de la Junta me reuní para desayunar con Tamara. Desde hace un mes ella regresó y Fernando la ha ignorado incluso le pidió el divorcio, pero esta se negó.

Hace más de una hora me está contando sus problemas y francamente ya me tiene harto. Simplemente, la soporto porque me conviene tenerla de aliada.

Antes muerto que permitir que Fernando y Belinda estén juntos. Ese imbécil no me quitará a mi mujer.

—¡No me estás prestando atención!

—Por supuesto que si, pero no entiendo ¿Qué quieres que haga?.

—¡Qué vuelvas a llevarte a Belinda o algo parecido!.

Negué con la cabeza —En este momento es muy arriesgado hacerlo. La policía sospecharía de mí y no tardarían en encontrarnos.

—¡Entonces dejarás que ese par estén juntos! ¡Eres un completo idiota!

—¡Me vuelves a insultar y te rompo la cara! —Reí —Es increíble que no puedas retener a tu marido prácticamente te lo serví en bandeja de plata para que te cases con él. Es evidente que Belinda es mucho más mujer que tú.

—¡Eres un idiota! ¡Seguramente esa zorra se está acostando con él!

Negué con la cabeza —Belinda es más decente que eso. Deberías aprender un poquito de ella.

—Si no fuera por mí nunca habrías logrado acostarte con ella.

—Lo que debes hacer es embazarte. Fernando es muy sensible y si tienes un hijo de él no se atreverá a divorciarse de ti.

—Hace más de un mes no me toca y antes siempre me cuidé. Además, no quiero perder mi figura por un mocoso llorón.

—Tendrás que hacer el sacrificio, muñeca. Sedúcelo y asegúrate de quedar embarazada está vez ¿O acaso quieres que yo te haga el niño también?.

—¡Eres un imbécil, Diego!

—No entiendo que le ven a mi primito. —Reí —Por supuesto la billetera.

Ella negó con la cabeza —No es solamente eso, yo siempre he amado a Fer y él es el único hombre que me ha amado hasta que Belinda se interpuso entre nosotros.

—Más bien hasta que lo engañaste conmigo —Le recordé — ¿A caso te la pasaste tan mal?.

—¡Eres un estúpido Diego y yo fui igual de estúpida de cambiar lo más por lo menos! ¡Ya me voy!

—Adiós, futura mamá —Bromee

No negaré que me di el placer de acostarme con Tamara hace varios años y obviamente me encargué de que Fernando se entere de que su amada novia lo engañaba, pero él nunca se enteró de que fue conmigo.

Luego surgió el tema de Belinda y la apuesta y el imbécil se enamoró de ella, pero ella es diferente.

Al verlo más feliz que con Tamara deseaba arruinarlo, pero sabía que Belinda nunca lo engañaría conmigo ni con nadie porque mi chiquita nunca ha sido una cualquiera. Por eso decidí revelarle la verdad y lograr que ella lo dejará.

Después me alié con Olga para el asunto de los Emails y logré alejar a Fernando varios años de mi vida, pero el idiota debió regresar.

No tarde más de media hora en llegar a la empresa. Deje mi carro en el estacionamiento y me dirigí a la entrada para luego adentrarme en el ascensor y subir rumbo hacía el tercer piso en el cual se ubican las oficinas y la Sala de Juntas.

Antes de dirigirme a la Sala de Juntas me acerqué rumbo hacia la oficina de Mariana por qué necesito charlar con ella.

Me percaté de que la mujer se ve muy nerviosa. En cuanto entre sin tocar prácticamente saltó del susto.

—¡Qué haces acá!

—Visitó a mi amorcito.

Ella ríe —Por supuesto en media hora es la junta y te comportas cariñoso conmigo.

—No hagas ningún drama Mariana.

Deberías agradecer que no tome represalias contra ti debido a que le entregaste esos vídeos a Fernando.

—Sabes perfectamente que no puedes hacerme nada, Diego. Mi madre te acabaría.

—Olga no tiene poder sobre mí así que más te vale tener mucho cuidado. Si no votas por mí a Ariel podría ocurrirle un accidente o a Fernando.

—Mi amor yo no soy Belinda y a mí no podrás amenazarme. Si algo le ocurre a Fernando tú serías el primer sospechoso y lo que hagas con Ariel no me interesa, es un simple empleado.

Reí fuerte —Sé perfectamente que te revuelcas con él desde que estabas conmigo. Definitivamente, lo que se hereda no se hurta eres tan zorra como tu madre.

Ella intenta golpearme, pero yo sostengo su mano y ejerzo fuerza en ella.

—¡Suéltame idiota!

—¡No tienes una idea con quien te metes, Mariana! ¡Al fin puedo decirte el asco que me provocaba acostarme contigo y fingirte amor!. ¡No tienes una idea las veces que me imaginé a tu hermana mientras te cogía!.

—¡Y tú no tienes una idea las veces que me acosté con tu mejor amigo en tu propia cama! —Él ríe fuerte —A él no le parezco ninguna frígida, pero; en cambio, Belinda la mujer que amas solamente estuvo contigo porque la obligaste. No eres suficiente hombre para tenerla por las buenas ni a ella ni a nadie.

Estoy haciendo un gran esfuerzo para no golpearla, pero ya encontraré la forma de vengarme de ella.

—En lugar de amenazarme deberías estar como perrito faldero detrás de mi hermana aunque dudo que te mire porque teniendo a mi hermano tú vales menos que estiércol.

—¡Belinda es mía, sí tú o el imbécil de Fernando se interpone en mi camino lo pagarán!.

—¡ya que Belinda es tuya ve a orinarla marcando territorio como el perro que eres y déjame en paz!.

Salí de la oficina y al transcurrir dos minutos ella también salió. Me percaté de que Ariel está saliendo del ascensor acompañado de Cielo, su secretaria y ambos se están devorando en un beso.

No pude evitar reír ante la mirada de Mariana la cual es una mezcla de enojo y tristeza.

—No puedo culpar a mi amigo. Cielo es hermosa y muy sexy no una frígida y dramática cómo tú.

—¡Cállate, Diego!. —Ella se centra en ellos—Les recuerdo que no se permiten las relaciones entre empleados, si quieren coger vayan a un motel.—Es todo lo que dice antes de alejarse

—¡No le prestes atención! —Ariel deja un beso en los labios de Cielo y la mujer se aleja

—Cuento con tu voto verdad hermano

—Sabes que no tengo opción

—Exactamente no la tienes.

Nos dirigimos a la Sala de Juntas con los demás socios. Al entrar me percaté de que están todos a excepción de mi suegro lo cual me extraño porque él es muy puntual.

Tome el lugar al lado de mi padre y me percaté de que la mayoría me lanza una mirada asesina principalmente Fernando. Simplemente, le lanzo una sonrisa.

—¡Buenos días! —Los saludo sin obtener repuesta a excepción de Olga

—¿Dónde está papá? —Pregunta Mariana

—Perdón la demora —Fuimos interrumpidos cuando una mujer entro al sitio.

En el hermoso vestido color blanco y floreado puedo apreciar sus largas y sexis piernas, cuando subí la vista no pude evitar quitar la mirada de ese escote tan llamativo.

A pesar de que estuvo embarazada hace muy poco tiempo su cuerpo se ve más sensual que nunca. No puedo evitar recordar todo lo que le hice a ese perfecto cuerpo.

—¿Qué haces acá? —Pregunta Olga en cuanto Belinda se sienta en el lugar de Edward

—A partir de hoy soy la representante de las acciones de mi padre en esta empresa.

—Edward no nos informó —Le comenta mi padre

Ella toma su maletín y de el saca un papel el cual lo coloca en la mesa —Este es el poder ¿Iniciamos? Tengo prisa.

—Bien —Asiente Aníbal—Como sabrán ni Edward ni yo podemos hacernos cargo de la presidencia ello está empresa debido a que yo me retiré y él tiene muchas responsabilidades. Por ello hemos propuesto cada uno un candidato para tomar el puesto. Él sugirió a Fernando y yo a mi hijo Diego.

—Bien—Habla Belinda —A pesar de que mi padre es el socio mayoritario en esta empresa nos regimos con Democracia por ello según los estatutos quien obtenga la mayoría de votos ganará y en caso de empate elegiré siendo la representante del accionista con la mayoría de votos.

Odio la forma en la cual Fernando se la come con la mirada, pero debo controlarme para no romperle la cara por mirar lo que es mío.

—Antes de iniciar la votación quiero aclarar que yo supervisare personalmente la gestión del nuevo presidente. Recordemos que Diego gestionó la presidencia durante un año obteniendo pérdidas, pero también recuperando las ganancias y en cuanto a Fernando gestiono la presidencia durante varios meses, pero la dejo debido a que se mudó del país y este último realizó un trabajo impecable a pesar de que las finanzas no son su área.

—Muchas gracias, hermosa, pero no lo hice solo. Tuve mucha ayuda de Ariel y el departamento de Economía. —Asiente él.

—Bien comencemos ¿Quiénes votan por Diego?

Levantaron la mano mi padre y Ariel mientras los demás simplemente observan. Le lancé una mirada a Mariana a percatarme de que no levantó la mano.

—¿Quiénes votan por Fernando?

Su madre y su hermana levantaron la mano; y de esta forma quedamos empatados por lo cual el voto decisivo es de Belinda. No necesito ser un genio para saber que quien ganará será Fernando.

—Tú decides Belinda —Le comenta papá

—Como mencioné antes Fernando ha efectuado un excelente trabajo, pero debido al cambio de puesto el sector de comercio se ha visto afectado por ello me parece lo más adecuado para la empresa que regrese a ese sector, por lo tanto, mi voto es para Diego.

—¡Dime que escuche mal! —Exclama Fernando

Me percaté de que todos comparten mi misma mirada de sorpresa. No sé que ocurre, pero no cabe duda de que Belinda trama algo.

—Como escuchaste Fer el nuevo presidente es Diego y tú volverás a tu área.

—¡Definitivamente, enloqueciste! —Exclama Mariana

—Créanme que sé dé lo que hablo. Fernando volverá a su área, Mariana sigue en su puesto, Diego en la presidencia y Ariel en el área contable; por supuesto, yo supervisare el trabajo de todos los sectores. Para ello ocuparé la oficina de mi padre y mis visitas serán sorpresa. Que tengan una linda mañana.—Sentencia

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