Esta Vez, ¡No Perderé!’
Capítulo 270

Capítulo 270 

Si Beatriz no hubiera asistido, es probable que las conversaciones sobre ella en la clase hubieran aumentado, con chismes comiendo de boca en boca, especulando que su ausencia se debía a la tristeza de ver a Mauricio y Fiorella juntos. Incluso, podrían haber circulado rumores sobre ella en línea. 

Pero Beatriz llegó, y ni siquiera se molesto en mirar a Mauricio. 

Esto fue completamente contrario a lo que todos esperaban. 

Justo en ese momento, la puerta del salón se abrió de golpe. 

Al ver al hombre desconocido en la entrada, la presidenta de la clase se quedó petrificado, su rostro se tomo rojo brillante y tartamudeó: “Se–señor, esto es una reunión de excompañeros, ¿se habrá equivocado de sala?” 

Javier se acercó junto a Beatriz y le dio una mirada a Martín. 

Martin: “¿Eh?” 

Sin saber por qué, Martín sintió el impulso de obedecer. Se levantó de súbito y se movió un lugar al lado, cediendo su sitio a Javier. 

La voz de Javier era suave, pero distante, como si no encajara en el ambiente: “Disculpen la tardanza, soy el esposo de Beatriz.” 

Su voz era profunda y magnetizante, y su apariencia era raramente atractiva, con un aire de nobleza fría. Por alguna razón, todos los compañeros de clase se sintieron intimidados por su presencia, tal vez debido al aura dominante que emanaba. 

La presidenta de la clase estaba en shock: ¿Este era el esposo de Beatriz? 

Comparado con Mauricio, Javier parecía aún más carismático. 

Si Mauricio era una gema brillante, entonces Javier era la luna en el cielo. 

Una mina puede producir muchas gemas, pero solo hay una luna en el cielo. 

Si Beatriz estaba casada con un hombre así, definitivamente era verdad que había olvidado a Mauricio. 

Martín todavía estaba molesto. 

¿Por qué Javier tenía que desplazarlo a él y no a Esther? ¿Acaso tenía escrito en la cara que era fácil de intimidar? 

Sin embargo, después de ver a Javier, tanto Martín como Esther pudieron entender por qué Beatriz nunca volvió a mencionar a Mauricio. 

Este tipo era increíblemente guapo; un hombre no tenía derecho a ser tan atractivo. 

Mauricio vio cómo Javier le robaba el protagonismo tan pronto como llegó, y su expresión se volvió sombría. 

Mauricio dijo fríamente: “Esto es una reunión de excompañeros, llena de nuestros recuerdos. ¿No se supone que los familiares no deberían venir? Si vienen tantas personas, ¿qué pasa si no hay suficiente comida?” 

Javier sonrió, medio burlón: “Es la primera vez que escucho que no se pueden traer familiares a una reunión de excompañeros ¿Quién eres tú para hacer esa regla? Yo pagaré la cuenta hoy, los compañeros de Bea pueden pedir tanto como quieran.” 

Los otros compañeros de clase que habían traído a sus cónyuges e hijos se sintieron aliviados al escuchar 

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14.16 F 

a Javier enfrentarse a Mauricio. Antes se sentían un poco incómodos, como si estuvieran aprovechandose de traer a sus familias, pero ahora se sentian respaldados. 

Mauricio estaba furioso. 

Originalmente, no le gustaba la presencia de Javier, pero después de hablar, parecía preocupado por el costo de la reunión. 

Mauricio estaba tan enojado que su cara parecía distorsionarse. Quería irse, pero temía que si lo hacía, los demás hablaran mal de él en su ausencia. 

Como es bien sabido, quien no está presente en una reunión, es el más propenso a ser objeto de chismes. 

Beatriz observaba cómo ellos dos comenzaban a discutir enseguida. 

Nada parecido a lo que se describe en los libros sobre la armonía entre ellos, como Mauricio mostrando gran respeto por Javier o Javier ayudando a Mauricio a ascender. 

Pero un líder es un líder, siempre dominante, imponiendo su pr

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