Capítulo 1724 

¿Quién dijo eso?, ¿acaso no soy humano?“, Felipe replicó con una expresión de disgusto. Verónica sonrojada respondió: “Bueno, ¡ya no me molestes más! Tengo que ver qué está tramando Patricia, siempre siento que va a causar problemas“. 

Felipe asintió, y luego se quedó en silencio, acompañándola tranquilamente en su observación. 

Vieron a Patricia hablando con un hombre de enfrente, con una expresión seria, de vez en cuando apretaba los dientes, como si estuviera discutiendo un asunto importante… 

El hombre de enfrente, que parecía tener más de cuarenta años, asentía y se inclinabal constantemente mientras escuchaba a Patricia hablar. La relación de dominio y sumisión entre ellos era evidente a primera vista. 

Unos quince minutos después, el hombre frente a Patricia se levantó y se fue. 

Patricia se quedó sola sentada en su lugar, dio unos sorbos a su café, y pareció quedar pensativa por un rato, antes de que finalmente se levantara y se fuera. 

Verónica, al ver a Patricia salir de la cafetería, quiso seguirla, pero fue detenida por Felipe. “¡Si la sigues de esta manera, te descubrirá!” 

Ella estaba inquieta y replicó: “Tengo que ver a dónde va, si regresa a la casa de los Ibarra, jo si va a encontrarse con alguien más!” 

Como un observador externo, Felipe era más racional y dijo. “Ya que ella ya se ha ido, debería ser fácil para ustedes, la familia Gómez, rastrear sus movimientos. Si la sigues ahora, podrías asustarla y causar más problemas de los que solucionas“. 

Verónica pensó detenidamente y se dio cuenta de que Felipe tenía razón. Si intentaba seguir a esa mujer a plena luz del día, sería demasiado obvio y fácilmente detectable, ¡eso sería como pisar la cola de un tigre! 

Con eso en mente, ella inmediatamente llamó a Jimena, pidiéndole que investigara cuándo había salido Patricia y qué había estado haciendo últimamente. 

Jimena también estaba sorprendida de que Verónica hubiera visto a Patricia, pero como se trataba de la jefa, prometió investigarlo de inmediato. 

Después de colgar el teléfono, Verónica seguia preocupada. Temía por una cosa y luego por otra. 

Felipe, con ternura, le frotó la cabeza y dijo. “Bueno, ya hay alguien investigando. No te preocupes por ahora, vamos a esperar a que lleguen las noticias“. 

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Verónica volvió en , miró a su amable y considerado novio y dijo. “Lo siento, Felipe, ¿estoy retrasando la proyección de tu película de nuevo?” 

Felipe sonrió despreocupadamente y dijo. “No importa, puedo adivinar el final incluso sin. ver el principio. Vamos, si vamos al cine ahora, todavía podemos llegar a la segunda mitad“. 

Verónica asintió con vergüenza y dijo. “Sí, ¡está bien! No te preocupes, Felipe, veremos la mitad hoy, ¡y te invitaré a verla de nuevo la próxima vez!” 

Su novio se rio ante su comentario y dijo. “Bueno, jestaré esperando a que me invites a verla de nuevo!” 

Después de este pequeño incidente, los dos comenzaron a caminar hacia el cine, conversando de vez en cuando. 

En el Grupo BlackMoon. 

Después de recibir la llamada de Verónica, Jimena tardó mucho en calmarse. 

Al igual que Verónica, estaba preocupada por los problemas que Patricia podría causar para la jefa en ese momento crítico… 

Justo después de ordenar a sus subordinados que investigaran a Patricia, Brayan entró en su oficina con paso firme y seguro. Vio a Jimena y gritó: “¡Jimena!”

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