Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1667

Capítulo 1667 

Estaba en tal estado que parecía a punto de desfallecer. 

Brayan, asustado, apartó de un empujón a su hermano mayor, “Hermano! Deja de hablar asi a papá por ahora, tenemos que salvarlo primero!” 

Su hermano gruñó, “No va a morir! Tiene que vivir para enfrentar las consecuencias de sus propios actos.” 

Justo cuando acabó de hablar, se escuchó la sirena de la ambulancia desde fuera… 

En el Hospital. 

Cuando Leandro despertó de nuevo, lo que vio fue el blanco inmaculado de las paredes del hospital y el olor del desinfectante. 

“¡Papá! ¡Finalmente despertaste! La cara de su hijo menor apareció frente a él, llena de preocupación. 

Leandro quedo atónito, dándose cuenta de que finalmente no había podido dejar esta vida. Un amargor subió a sus ojos. 

El chico, sentado junto a la cama, dijo: “Papá, no vuelvas a hacer algo tan estupido. ¿Qué te pasa? Tus padres aún no saben que estás en el hospital. Si se enteran, seguro que se mueren del susto.” 

Su padre no dijo nada, simplemente cerro los ojos, sin querer enfrentarse al mundo. 

Brayan volvió a hablar “Papa, el doctor dijo que cuando despertaras, deberias tomar estas pastillas para el dolor. Ven, te ayudaré a sentarte para que las tomes, luego puedes volver a acostarte.” 

Leandro permaneció inmóvil en la cama, tumbado sin aceptar la ayuda de su hijo menor y sin intención de tomar las pastillas 

Brayan estaba un poco frustrado. “Papa‘ ¡Tienes que tomarlas!” 

El hombre seguía sin responder, 

Brayan se sintió impotente… 

“Deja que sufra si no quiere tomar las pastillas,” resonó la voz de Leo en la habitación del hospital. 

Habia estado alli todo el tiempo, sentado en el sofá del hospital mirando su celular. 

Al oir la voz de su hijo mayor, Leandro abrió bruscamente los ojos, giró la cabeza hacia Leo y con una voz ronca preguntó: 

“Leo, cuando estabas en casa dijiste que debería vivir sufriendo para compensar todo lo que tu madre y tú habéis pasado… ¿Quieres decir que ellas siguen vivas?” 

Leo seguia mirando su teléfono y actuaba con una actitud extremadamente fria. “Si están vivas o no, jeso no te concierne!” 

Leandro vislumbró un destello de esperanza en las palabras de su hijo mayor y se esforzó por sentarse. “Leo, sé que siempre me has odiado, pero por mucho que me odies ¿Puedo verlas?” 

Viendo el esfuerzo de su padre, Brayan rápidamente le ayudó a sentarse… 

“Hermano, deja de torturar a papa. ¡Ya está bastante mal como está…!” 

El chico sintió mucho dolor por su padre. Nunca lo había visto de esta manera antes y no queria seguir ocultandolo. “Papa, sé donde esta mi hermana. Puedo llamarla para que venga al hospital a verte.” 

Leandro miro a su hijo menor con asombro ¿De verdad?” 

Brayan asintió con fuerza De verdad! Papá, si tomas el medicamento y cooperas con el tratamiento, llamaré a mi hermana a primera hora de la 

mañana para que venga a verte 

El hombre, con una chispa de esperanza en los ojos, se sentó y comenzó a tomar su medicamento 

Como estaba débil, los movimientos de Leandro eran lentos ya que le resultaba dificil moverse Después de que Brayan ayudo a su padre a tomar su medicamento, le ayudó a acostarse y le dijo que descansara adecuadamente 

Leandro, con la esperanza de ver a su hija, asintió obedientemente y cerró los ojos para descansar 

Viendo a su padre asi, Brayan sintió un gran dolor en el corazón. Se volvió y se sentó junto a su hermano, Leo, y le dijo en voz baja. 

“Hermane, si papá sigue así, abuelo y abuela se enterarán tarde o temprano. Si se asustan demasiado, nuestra familia Ibarra quedará destrozada. Si mi hermana puede venir a ver a papa, estoy seguro de que cooperará con el tratamiento y se recuperara más rápido. Y luego no intentará quitarse la vida de nuevo!” 

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