Capitulo 1396 

Unos cuantos siguieron las órdenes de la señora y avanzaron para llevar a Adrián a que lo atendieran. 

Al verlo. Sofia también se liberó del control de su padre y salió con ellos. 

Berta, preocupada, también fue tras ellos

Si las cosas se ponian graves, la familia Gómez no era precisamente una a la que se podía subestimar Tomás con su temperamento explosivo, una vez que se enfadaba no se detenia por nada! 

Arturo gruñó al ver cómo su esposa y su hija mayor estaban tan preocupadas por Adrián 

Casualmente bajo la vista y vio a su hija menor, Carmen, todavia aqui con su osito de peluche favorito. 

El corazón de Arturo se llenó de calidez ¡Qué considerada era su hija pequeña, elegia quedarse aqui con su padrel 

Arturo se agacho y abno los brazos, Carmen, ven aquil (Papá te llevará a comer helado!” 

Pero Carmen retrocedió un paso, mirándolo con desagrado y frunciendo los labios, di “Eres un gran villano!” 

Arturo se quedó atónito y un poco herido, Carmen, ¿Cómo puedes decirme eso? ¡Me lastimas! Acabo de ayudar a tu hermana, ese hombre estaba molestando a tu hermana, nunca permitiré que nadie te haga daño a ti o a tu hermana!” 

Carmen todavía lo miraba fijamente, “Papa, eres muy bruto! ¡No me gustas!” 

Arturo suspiro. “No importa, eres pequeña y no entiendes estas cosas. Cuando crezcas, lo entenderás. Vamos, mientras mamá no está aquí, ven conmigo a comer tu helado de vainilla favonto Todavia piensas que soy malo?” 

Pero Carmen aun no aceptaba la cercanía de su padre, sus mejillas se sonrojaron y dijo. “Los papás de los demás son amables, pero mi papá es malo Los demas niños me tienen miedo y no quieren jugar conmigo.” 

El rostro de Arturo se oscurecio, “¿Quienes son? ¿Quién se atreve a no jugar con mi pequeña Carmen? Dime, iré mañana a hablar con sus padres para que eduquen mejor a sus hijos” 

Carmen abrazo su oso de peluche con terquedad y se dio la vuelta con obstinación, “No quiero que vayas a mi jardin de infantes, si lo haces, no podré hacer amigos ¡Eres un gran villano!” 

Tras decir esto, como a buscar a su madre. 

Arturo no dijo nada. 

¡Esa niña! 

¿Era realmente tan bruto? 

Era bruto, pero solo con los extraños, ¿cómo podria ser bruto con sus propias hijas? 

¡Qué niña tan desconsiderada! 

Cuando Esther volvió de prepararle la leche en polvo a Max y se dio cuenta de que la llamada que había dejado en el teléfono sobre la mesa se habia cortado. 

Arrugo el ceño 

Aunque Max ya podia comer la misma comida que los adultos, todavía necesitaba tomar leche antes de irse a dormir. Como le resultaba incomodo sostener el telefono mientras preparaba la leche, lo habia dejado un rato. Pero cuando volvió, la llamada con Adrián se había interrumpido. 

“Max. ¿tocaste el telefono?” 

Esther preguntó a Max 

Max, que estaba ocupado jugando seriamente con su coche de juguete, levantó la cabeza y negó con la testa. “Esther, no toqué el teléfono… 

Esther probó la temperatura de la leche en polvo en su mano y luego le pasó el biberón a Max 

Mientras Max tomaba su leche, Esther cogió el teléfono y volvió a llamar a Adrian 

El teléfono sonaba sin parar, pero nadie respondia. Esther empezó a ponerse nerviosa y su ceño se frunció cada vez más. No acordaron que no cortanamos la llamada? 

Justo cuando estaba empezando a ponerse ansiosa y pensaba en buscar a Leonardo para que le ayudara a contactar con Albania, la llamada fue contestada de repente 

El corazón de Esther se mlajó un poco, “¿Qué estás haciendo? ¿Por qué colgaste la llamada hace un momento?” 

“Sra. Galán, soy yo.

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