Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 2357

Capítulo 2357 

“Oye, Leito, por qué tanta prisa? 

¿No está tu primo aquí también? Deberias escuchar la opinión de Mairita, tal vez ella quiera quedarse, ¿sabes?” 

Leonardo puso cara de pocos amigos. “Ella ya dijo que está cansada,” 

Si ya está cansada, ¿para qué escuchar su opinión? Lo que debe hacer es ir a descansar de una vez. 

Rita siempre se interponía, y Maira entendia muy bien qué quería decir con eso. 

Ella tampoco quería llevar a estos hombres a su apartamento; ese era su santuario de paz. 

“Si la señorita Rita tiene tantas ganas de compartir esta comida, entonces salgamos a comer algo afuera del estudio de cine y después me iré a descansar.” 

Los hombres parecian no estar de acuerdo, pero Rita aplaudió emocionada. 

“Me parece perfecto, aunque estés cansada, hay que comer algo decente para que te recuperes pronto, ¡así las piernas de Mairita se sanarán más rápido!” 

Y así fue cómo se decidió, y se prepararon para salir. 

Leonardo y Luben caminaban al lado de Maira, mientras Rita iba adelante sola. 

“¿Qué están haciendo? Si me miran tanto, ni siquiera voy a poder usar las muletas.” 

Maira, algo frustrada, se detuvo y Leonardo, al oír eso, pensó que era una buena oportunidad. “¿No las quieres usar? ¿Te cargo?” 

Pero al encontrarse con la mirada de rechazo de Maira, Leonardo retiró la mano que había extendido. 

Luben nunca había visto a Maira usar muletas anteriormente y ahora que lo hacía, sentía un profundo pesar. 

Sus hermosas cejas se fruncían, y su rostro, normalmente sereno y cortés, mostraba toda su preocupación por Maira. 

“Debes estar sufriendo con las muletas, si no quieres ayuda de tu primo, ¿qué tal si te llevo a cuestas?” 

Leonardo no estaba contento con la sugerencia de Luben. 

“Los asuntos entre mi esposa y yo no necesitan ser intervenidos por ti.” 

Maira se volvió hacia Leonardo y dijo: “Solo necesito las muletas por un rato, ¿qué tiene de malo usarlas? 

No es que esté realmente discapacitada, además, ¿no es bueno que pueda valerme por mí misma? ¿Por qué tienen que mirarme de esa manera, como si fuera una carga? 

Ya basta, cada quien por su lado, Leonardo, ve y quédate con la señorita Rita.” 

Dicho esto, los dos dejaron de mirarla con tanta preocupación. 

Sin embargo, aunque Leonardo iba adelante, no podía evitar mirar de vez en cuando hacia atrás para asegurarse de que Maira estaba bien. 

Incluso caminando a su lado, se preocupaba por si ella tropezaba y sufría alguna caída. 

Rita no dijo nada durante todo el camino. 

En casa no había percibido cuánto significaba Maira para Leonardo ni cuánto habían avanzado en su relación. 

Pero después de estar juntos hoy, se sentía un poco asustada. 

La atención de Leonardo estaba completamente centrada en cada movimiento y palabra de Maira, algo que nunca había hecho antes. 

Cuando Maira hablaba, Leonardo no podía evitar mirar su rostro, y cuando ella callaba, seguía observándola. 

Con Maira moviéndose con dificultad, la preocupación de Leonardo era evidente en su rostro. 

Rita se sentía como un payaso, con los pensamientos de los hombres completamente enfocados en otra mujer, ¡y 

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Capitulo 235/ 

encima estaba coja! 

¿Cuándo había sido Rita ignorada de esa manera? Siempre debía ser el centro de atención entre las mujeres. 

Pero alli estaba Maira, la zorra, ganándose la simpatía de los hombres con su pierna lastimada. 

Los hombres siempre se inclinaban por la compasión hacia las débiles y afligidas, y Maira definitivamente estaba despertando su instinto protector. 

Rita sentía una rabia que le picaba los dientes, pero aun así su rostro mostraba una sonrisa. 

Incluso se daba la vuelta de vez en cuando para mostrar su “preocupación” por Maira. 

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