Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 2341

Capítulo 2341 

Apenas Leonardo vio que ella se marchaba y dejaba de interrumpir su trabajo, dejó de preocuparse y se sumergió de nuevo en sus labores. 

Brenda apenas salió cuando vio a Rita bajando las escaleras apresuradamente, llevando en su mano una taza de leche. 

Ella no entendía por qué esa mujer repentinamente habría corrido hacia el segundo piso, si su habitación estaba en el primero, ¿verdad? 

Movida por ese sexto sentido femenino, la señora decidió seguirla. 

Una vez en la cocina, Rita lavaba con fuerza un vaso de vidrio, algo que usualmente les dejaría a los empleados. ¿Qué hacía ella de repente en la cocina? 

La anciana no entendía su actitud y llamó a Rita desde la puerta. 

Rita pegó un brinco y rápidamente dejó el vaso en el fregadero. 

Se volteó para ver a la anciana parada en la puerta, preguntándose si había logrado ver lo que estaba haciendo. 

“¿Abue, no estaba descansando en su habitación? ¿Por qué se levantó repentinamente? ¿Quiere un poco de agua? Le sirvo un vaso“, dijo Rita, aunque su cuerpo no se movía para ayudar, como si estuviera ocultando algo. 

La señora observó a Rita por un momento y luego dijo con una sonrisa, “No tengo sed, solo vine a estirar un poco las piernas. Pero, ¿qué haces tú por aquí a estas horas? ¿Tienes hambre? ¿Quieres que le pida a alguien que te prepare algo?” 

Rita echó un vistazo rápido al fregadero detrás de ella y, al ver que el vaso estaba fuera de la vista de la anciana, se relajó. 

Con una risa nerviosa, contestó, “Ay, abuela, qué vergüenza me da. Comí bastante en la cena, pero no sé por qué, ahora me dio hambre de nuevo. 

No hace falta despertar a nadie. Sé hacer un par de cosas rápidas, voy a cocinar unos fideos para mí. ¿Usted tiene hambre? Si quiere, le preparo algunos a usted también.” 

La señora sabía que, si permanecía allí, Rita no se iba a delatar, así que tendría que volver a su habitación para averiguar qué estaba tramando. 

Pensando en esto, negó con la cabeza y rechazó la oferta de Rita, “Si tienes hambre, que alguien prepare algo para ti, no es ninguna molestia. 

Pero si insistes en cocinar tú misma, adelante, pero ten cuidado con el fuego. 

Ya estoy grande y me estoy cansando, mejor me voy a descansar.” 

Al escuchar que la anciana se iba a descansar, Rita suspiró aliviada. 

Rita dio un par de pasos hacia adelante, “Entonces, abuela, vaya a descansar. Buenas noches.” 

La señora se fue sin mirar atrás, y después de que cerró la puerta, Rita suspiró aliviada y volvió al fregadero para terminar de limpiar el vaso. 

Solo cuando puso el vaso en el armario, mezclándolo con los demás, fue que una sonrisa triunfante apareció en su 

rostro. 

“Leito, si estás cansado, mejor descansa.” 

La anciana, de vuelta en su habitación, no se acostó de inmediato. En lugar de eso, se quedó de pie junto a la puerta, escuchando atentamente los ruidos del exterior. 

El señor también se despertó con sus movimientos y, curioso, preguntó, “Brenda, ¿qué estás haciendo? A estas horas. deberías estar durmiendo, mañana te va a doler la cabeza de nuevo.” 

Capitulo 2342 

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