Capítulo 2339 

Desde que Maira se fue, Leonardo se volvió cada vez más distante con ella, y no podía entender qué era lo que pasaba por la cabeza de ese hombre. 

En ese momento, la Sra. Flora trajo un vaso de leche caliente, listo para llevarle a Leonardo. 

Era una costumbre que Maira había instaurado en casa para Leonardo, ya que él tenía un estómago delicado y a veces tenía que sali a cenas de trabajo. Maira siempre le calentaba un vaso de leche para que lo tomara antes de dormir. 

Hoy él habia comido fuera, así que Flora aprovechó que él volvía a casa para calentarle la leche. 

Justo estaba por subírsela. 

Rita, con un brillo astuto en los ojos, se acercó sonriendo, “Sra. Flora, déjame llevar esa leche a Leo, justo en este momento tengo algo que hablar con él.” 

La Sra. Flora evitó su mano sin inmutarse, “Señorita Rita, usted es una invitada, ¿cómo voy a permitir que haga algo así? Si la anciana se entera, seguramente me regañaría por no saber cuál es mi lugar.” 

Algunos de los sirvientes con más edad en la casa no eran ciegos a las intenciones de Rita hacia Leonardo, pero como los dueños de casa no habían ordenado que ella se fuera, ellos no tenían por qué decir nada. 

No obstante, ellos habían compartido más tiempo con Maira que con Rita, y le tenían más cariño a Maira. 

Cuando Rita estaba con ellos, siempre actuaba con superioridad, a veces con impaciencia y claramente los despreciaba. 

Con el tiempo, entendieron que Rita no se acercaba a ellos genuinamente. 

Solo actuaba frente a su joven patrón y la anciana. 

Maira, por otro lado, siempre los había tratado con verdadero respeto. 

Pensando en esto, la Sra. Flora tenía aún menos ganas de entregarle la leche a Rita. 

Pero quien hubiera pensado que, si no se la entregaba, Rita intentaría arrebatársela. La que estaba sonriente hace un momento, de repente cambió su expresión. 

“No te hagas la difícil, ¿acaso es un problema que te ayude a llevar la leche? 

¿Quieres que tenga que despertar a la anciana y a todos en la casa?” 

Flora se sintió en un aprieto, claro que sabía que la señora no la culparía por este asunto. 

Pero ya era tarde y no quería molestarlos por algo igual. 

Además, la leche ya estaba caliente, quizá no pasaría nada si ella la llevaba… 

Al final, ella era solo una sirvienta en la casa, ỳ Rita era su invitada. 

Con esto en mente, Flora cambió a una expresión amable, “La leche está bastante caliente, señorita Rita, tengal cuidado al llevarla para no quemarse.” 

Rita le lanzó una mirada de desdén, “¿Qué estás insinuando? Justo me quemé hace poco, ¿me estás echando mal de 

ojo? 

Si no sabes expresarte, mejor calla. Cuidado si le digo a Leo que te despidan, a ver qué vas a hacer con esos años 

encima.” 

Tras decir eso, Rita se marchó sin mirar atrás. 

Flora se quedó parada ahí, con una expresión de desagrado. A pesar de su edad, su habilidad culinaria era excepcional. Durante su juventud, lo miembros de su familia habían cocinado en el palacio real, y por eso había aprendido tales artes culinarias, que ahora ofrecía en la casa de la familia Ibarra. 

Pero para Rita, ella solo era una cocinera inútil. 

Hacía años que no la humillaban de esa manera, y al final, solo pudo suspirar. 

Después de todo, ¿de qué serviría discutir con Rita? 

Capítulo 2340 

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