Capítulo 2307 

Rita se metió en ese bosque sin pensar, claramente buscándose un problema. 

¿Y si hubiera serpientes venenosas o fieras salvajes? Esas eran cosas que uno nunca podía saber. 

Pero Rita no era ninguna tonta, solo había fingido correr hacia el bosque y luego se agachó en un rincón 

bien escondido. 

Cuando estuvo segura de que Leonardo no podía verla, se quedó tranquila allí. 

Leonardo, por su parte, no se quedó atrás y la siguió, pero al llegar no pudo ver a Rita por ningún lado y su rostro se volvió sombrio. 

¿Cómo era posible que una persona desapareciera as sin más? 

En ese momento, Maira llegó corriendo con su celular en la mano. 

“No te apresures a entrar, ya llamé a los abuelos y les pedí que manden gente de la casa para ayudarnos con la búsqueda. 

Este bosque es tan grande y espeso que, si nos metemos ahora, después los abuelos también tendrán que dispersarse a buscarnos a nosotros. Mejor esperemos aqui.” 

Leonardo fruncía el ceño, con una expresión muy seria. 

“No me detengas, voy a buscarla yo primero. No sabes que ella acaba de llegar al país y no conoce nada de aquí. 

Si todos esperamos aquí, ella puede alejarse mucho más, ¿cuándo la vamos a encontrar? 

Tú quédate esperando a los abuelos, yo voy a buscarla.” 

Leonardo hablaba con frialdad, dejando a Maira totalmente desconcertada. 

Ella abrió la boca, quedándose atónita y parada sin saber qué hacer. 

¿Qué quería decir Leonardo con eso? 

¿Acaso le estaba echando la culpa a ella por la huida de Rita en el bosque? 

Pero, ¿en qué se habría equivocado ella? 

¿Que como no era ella quien se había perdido, no le importaba? 

Si no le importara, ¿por qué habría sido la primera en decirle que buscaran ayuda y luego llamar a los abuelos? 

La respuesta de Leonardo fue como un balde de agua fría para Maira, que sintió un escalofrío en ese bosque desolado. 

En el corazón de Maira surgió un sentimiento de injusticia, ¿qué tenía que ver ella con todo esto? 

Ella solo estaba tratando de ser útil al sugerir que no dispersaran las fuerzas, y ahora resultaba que ella estaba equivocada. 

Pero justo en ese momento, los ancianos todavía estaban en camino. Maira pateó el suelo, mordiéndose el labio inferior en señal de frustración, sin poder irse. 

Si pudiera, se habría ido en el momento en que Leonardo la regañó. 

12:49 

Capitulo 2307 

Por qué tenia que estar involucrada en esto sin razón aparente y además cargar con la culpa? 

¿Acaso fue ella quien hizo que Rita se metiera en el bosque? 

Por no mencionar que, en ese momento, todavía se preocupaba por Leonardo. 

Él simplemente se adentró en el bosque sin mirar atrás, y esa acción apresurada era prueba suficiente como para demostrar cuánto le importaba Rita, y el corazón de Maira se llenó de amargura. 

Justo antes de dejar la casa, ella estaba segura de que quería entrar en el mundo de Leonardo. 

Pero ahora, en este momento, se daba cuenta de que había sido demasiado ingenua. La relación entre ellos no era de un día o dos, no era algo que pudiera cambiar tan fácilmente. 

“Mairita, ¿Mairita?” 

“¡Aquí estoy!” 

Maira se secó las lágrimas de su rostro y extendió los brazos agitándolos con fuerza para señalar su posición. 

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