Capítulo 65 

“Ya son las siete y media, hora de levantarse. Después del desayuno puedes volver a dormir.” 

Violeta se despertó lentamente y se levantó de las piernas de Maurino. Se arrodillo en la cama mientras él le acomodaba el cabello despeinado, luego se levantó para sacar un par de pantuflas rosas del armario, colocándolas al lado de su cama. Ese trato especial no lo recibia cualquiera. 

Ni siquiera Lucrecia habia gozado de tal privilegio, pero Violeta no tenia idea del nivel de trato que estaba recibiendo. 

Solo se lavó la cara con agua fria en el baño y todavia bostezó de sueño. 

Al salir del baño, vio a Maurino con su celular en la mano, encendiéndolo, Ella se acercó rápidamente y se lo arrebató, “Hermano, tienes que respetar mi privacidad. No puedes tocar mi celular sin permiso.” 

Maurino pregunto: “¿Tienes tus pequeños secretos?” 

Ella guardó el celular en su bolsillo, “No importa si los tengo o no, tú no deberias verlos.” 

Cuando Lucrecia subió, entró a la habitación con una sonrisa, “¡Ustedes dos! Pude escuchar su pelea desde el pasillo. Mauri, ¿por qué te gusta molestar a Violeta como si fueras un niño? 

Vamos, bajen a desayunar. Si no, la comida se va a enfriar.” 

Violeta se recogió el cabello con una liga, aliviada de que aparentemente él no había descubierto nada. Si lo hubiera hecho, la mirada de Maurino podria congelar a alguien en el acto. 

Ya estaba servido un banquete en la mesa del comedor, con tres servicios de platos y cubiertos. Maurino se sentaria en la cabecera, con Lucrecia a su izquierda según el protocolo, y el lugar de Violeta quedaria al lado de Lucrecia, no junto a Maurino. A ella realmente no le importaba. 

Violeta se sentó y empezo a comer camarones con los cubiertos. Al verla, la empleada frunció el ceño, pero recordando que era una invitada de su jefe, simplemente le recordó suavemente, “Srta. Soler, según las normas de la mansión, debes esperar a que el señor empiece a comer.” 

Villa del Sol 

¡Ah! Violeta había olvidado que era su primera visita a la Villa 

En su vida anterior, en la Villa del Sol no tenia restricciones y hacia lo que queria. 

Esas familias acomodadas realmente tenían un montón de reglas. 

Ahora que la habian reprendido, bajó los cubiertos con timidez, “Lo siento. Es mi primera vez aqui, no sabla sobre estas reglas.” Su tono de voz se suavizó. 

“¿Desde cuando te toca a ti recitar las reglas en mi casa?” Maurino bajó las escaleras con un conjunto de pijama casual, emitiendo un aura fria. Viendo el lugar donde la chica estaba sentada, su ceño se frunció aún más. “¿Quién organizó los asientos?” 

Con solo un par de frases, Violeta pudo sentir cómo se congelaba la atmósfera. 

La empleada que habia hablado antes estaba completamente muda. 

Incluso Lucrecia, al escuchar el tono severo de Maurino, se quedó en silencio a un lado. 

¿Es que Maurino realmente era tan temible? 

Capitulo 65 

Solo cuando tenía la cara seria daba un poco de miedo, pero por lo general, era fácil hablar con él. 

Unas palabras amables al oído y todo se solucionaba. 

Mientras no se cruzara la linea de Maurino, Violeta pensaba que no había nadie más fácil de manejar que él. 

Una de las empleadas se adelantó, temblando, “Fue un error de mi parte. Lo siento, señor. Ahora mismo le cambiaré el lugar a la Srta. Soler.” 

“No, no hay necesidad, me quedo aquí. Está bien, dijo rápidamente, tratando de apaciguar la situación y agitando su mano, “Desde aquí puedo alcanzar fácilmente los platos de ambos lados. Es muy conveniente.” 

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