Esta Vez, ¡No Perderé!’
Capítulo 229

Capítulo 229 

Después de ser expulsados, Clara y Victor vagaron sin rumbo por las calles. 

Victor intentó golpearla, pero Clara lo empujó con fuerza. 

Con una expresión de disgusto, Clara le dijo: “Ahora que todo se ha descubierto, ¿estás contento?” 

Sin nada con qué chantajear a Clara, ella deseaba poder apuñalar a Victor hasta la muerte. La persona que alguna vez amó, ahora se habla convertido en la persona que más odiaba en la vida. 

Mirándolo de arriba abajo, Clara exclamó: “No eres más que un parásito, nunca podrás compararte con él!” Con una mirada feroz, Victor replicó: “¿Yo un desgraciado? Tu sueño de ascender socialmente a través de un matrimonio se ha arruinado. Debe ser muy doloroso, ¿verdad? ¡Vuelve y sigue suplicándole a Martin, a ver si todavia te quiere!” 

Enfurecida, Clara intentó golpearlo, pero él la empujó al suelo. Victor le piso el estómago con fuerza y, al ver que la sangre manaba profusamente de ella, finalmente se asustó y huyó del lugar. 

Clara no fue encontrada hasta el amanecer, cuando un trabajador de limpieza la llevó al hospital. 

Mirando la casa donde esa despreciable pareja había vivido, Martin se sintió asqueado y decidió venderla pronto. 

Después de pasar por una experiencia tan traumática, Martin sintió que necesitaban salir a tomar algo. 

Con cierto regocijo, Esther comentó: “Parece que no soy la única aquí con mal gusto en hombres.” 

Se sintió un poco orgullosa de si misma, al menos no habia terminado embarazada ni engañada de una manera tan humillante. 

Martin la miró con desdén: “Por favor, te han engañado tantas veces. Si no fuera por la vez que te vengaste, seguirían engañándote. Esos jóvenes con los que sales claramente solo buscan vivir a tu costa.” 

“¿Qué, un poco de apoyo económico me va a dejar sin dinero? Al menos no van a terminar embarazados diciendo que los dejé así.” 

El rostro de Martin se oscureció: “Yo aprendí mi lección de una vez por todas, tú nunca aprendes, claramente soy más inteligente.” 

Beatriz intervino: “Dejen de pelear, ¿no es infantil todo esto? Ustedes dos son igual de tontos.” 

Ambos se giraron hacia Beatriz. 

Ella recordó que, dada su propia historia, tampoco tenia derecho a hablar. 

Los tres desafortunados en el amor se habían juntado, no es de extrañar que ninguno tuviera un buen final. 

Sin embargo, el destino de Martin parecía haber cambiado. Nada en la historia original era inmutable. 

Esther miró a Beatriz con cierta erividia. Ahora que la carrera de Beatriz estaba en ascenso, como su amiga, no podia permitir que Beatriz siempre la ayudara; también tenia que estar allí para Beatriz en tiempos dificiles. 

Aunque su ayuda no podia compararse con la del misterioso y rico esposo de Beatriz, el apoyo de una amiga es el más cálido. 

Martin, herido por esta experiencia, habia descartado la idea de otro romance. Su empresa había mejorado mucho últimamente y preferia enfocarse en su carrera. 

Quizás en el futuro, podría superar el éxito de Mauricio y darle una buena lección a ese traidor. 

En cuanto a Clara y Victor, esto era solo el principio. Casi arruinaron su futuro; era justo que experimentaran las dificultades de la vida. 

Levantando su copa, Beatriz 

propuso: “Brindemos por el futuro.” 

Los tres chocaron sus copas. 

Cada uno tomó un conductor designado para volver a casa. 

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