Esta Vez, ¡No Perderé!’
’ Capítulo 220

Capítulo 220 

Sentirse humillada después de un beso era demasiado vergonzoso para Beatriz, quien tuvo que endurecer un poco su tono para recuperar su dignidad. 

Javier, con rasgos profundos que sugerian una mezcla de herencias, era peligrosamente guapo. Los hombres demasiado atractivos son un desastre en este mundo, pensó mientras él sujetaba su barbilla: “Reaccionas así, Beatriz, ¿acaso no has besado a otro hombre aparte de mi?” 

Beatriz: “¡!!!” 

Inmediatamente, Beatriz se enfureció: “Mi próximo papel será en un drama romántico.” 

Javier soltó una risa fría, curioso por ver quién se atrevería a ser el protagonista masculino. 

Él levantó la barbilla de Beatriz: “¿Quieres que te enseñe más o prefieres que tus compañeros se burlen de ti por no saber besar?” 

Beatriz sentía que algo no estaba bien, pero no pudo identificar qué era exactamente. 

Javier, astuto como ninguno, engañaba a Beatriz fácilmente, desperdiciando su talento al no liderar alguna operación de marketing multinivel. 

Al ver la confusión en los ojos de Beatriz, Javier soltó una risa y liberó su barbilla: “Sabía que no te atreverías.” 

Beatriz levantó la mirada, rozando la barbilla de Javier con su nariz: “Yo si me atrevo.” 

La voz de Javier, baja y seductora, sugirió: “Esta vez, ¿te toca a ti tomar la iniciativa?” 

Con hesitación, Beatriz presionó sus labios contra la fría comisura de los de Javier. 

Fue un contacto ligero, sin la audacia de su beso anterior. 

Javier pellizcó la mejilla de Beatriz, sonriendo mientras la alejaba un poco: “Niña, eres realmente timida.” 

Beatriz rodeó con sus brazos el cuello de Javier y se inclinó para besarle de nuevo. 

Esta vez, probó tentativamente la comisura de sus labios y, con apenas un poco más de iniciativa, Javier tomó el control, besándola hasta casi dejarla sin aliento. 

Después de ese intenso momento, Beatriz realmente se sintió abrumada, con una ligera sensación de dolor en la lengua y una temperatura corporal más alta de lo normal. 

Apoyada en el hombro de Javier, trató de recuperar el aliento, dificultosamente. 

Un rato después, su teléfono sonó con un mensaje de trabajo, recordándole su colaboración con una plataforma de transmisión en vivo donde tenia contrato para realizar una sesión de dos horas. 

Pensándolo un poco, Beatriz miró a Javier: “Sr. Mangone, ¿puedo hacer una transmisión en vivo aquí 

mañana?” 

A Javier no le importaban mucho los asuntos laborales de ella, mientras se mantuviera fuera de problemas, no interferia en sus proyectos cinematográficos o apariciones en programas: “Como quieras.” 

Recién habian compartido un largo beso, y Beatriz se sentía algo avergonzada, aún en la habitación de Javier, procrastinando para regresar a su cama. 

Javier, despreocupado, comentó: “Bea, ¿no estarás realmente avergonzada, verdad?” 

Inmediatamente, Beatriz retractó su intención de bajar de la cama, volviendo a su posición anterior. “El que se avergüence es un perro.” 

Capitulo 220 

Hablando sinceramente, Javier tenía un fisico envidiable, con hombros anchos, cintura estrecha y largas piernas. Incluso en la quiebra, podría haber sido modelo; aún a través de la tela, se podía apreciar la firmeza de sus músculos. 

Había cierta seguridad durmiendo a su lado. 

Siempre que se mantuviera tan amable como hasta ahora. 

Curiosa por saber cuántos abdominales tenía Javier, Beatriz intentó tocar su estómago mientras él cerraba los ojos, fingiendo dormir. Pero él atrapó su mano: “No se vale tocar sin permiso.” 

Beatriz: 

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