Capítulo 218 

Si Fiorella hubiera llegado a ver a Javier… todo lo de Beatriz, definitivamente, habría sido suyo. 

Ver cómo el otro gastaba lo que ella eventualmente poseería le causaba un dolor profundo y desgarrador. Aunque sabía que Beatriz la detestaba, Fiorella hacia a propósito por imitarla solo para molestarla. 

Fiorella sabia que el agente tenia sus limites, así que no tuvo más remedio que buscar a Mauricio. Llamó varias veces a Mauricio sin conseguir respuesta, por lo que fue directamente a su casa, ingresando con la contraseña de la puerta. 

Al entrar, vio a dos personas abrazadas durmiendo en el sofá, y el rostro de Fiorella se volvió pálido al instante. Mauricio, completamente borracho, y la chica desnuda en sus brazos, levantaron la cabeza al ver a Fiorella, apresurándose a ponerse la ropa que estaba a un lado. 

Fiorella, furiosa, golpeó a la chica con su bolso gritando: “¡Seducir al novio de otra! ¡Qué descarada! ¡Zorra!” La chica, aterrorizada, respondió: “No seduje a nadie, él me ofreció dinero… 

Intentó empujar a Mauricio, quien estaba tan ebrio que dormia profundamente, sin mostrar signo alguno de despertar. Fiorella desgarró su ropa y la golpeo, para luego echarla a la calle con una patada. 

Mauricio despertó al amanecer. Al ver a Fiorella a su lado, se sintió algo culpable y ansioso. En ese momento, recibió una llamada de un amigo: “Mauri, ¿Lucy estuvo contigo anoche?” 

Con cierta culpa, Mauricio miró a Fiorella y admitió: “Si.” 

“¿Por qué la echaste en medio de la noche? Tuvo un problema grave después de eso.” 

Después de ser expulsada por Fiorella, Lucy, con la ropa en desorden, tomó un taxi en plena noche. Un transeunte malintencionado se aprovechó de ella y, para ocultar el crimen, la mató. 

Fiorella no se sorprendió. Siempre supo que, desde pequeña, cualquier chica que la desafiara o compitiera con ella por algo terminaba arruinada o incluso muerta bajo circunstancias sospechosas. 

Mauricio frunció el ceño: “¿Qué tiene eso que ver conmigo?” 

“Sus amigos saben que estuvo contigo anoche,, Esto afectará a tu empresa si se difunde.” 

Después de colgar, Mauricio se sintió aún más inquieto: “¿Fuiste tú quien la echó?” 

Fiorella, fingiendo inocencia, limpió sus lágrimas: “Puedo arreglar esto. Pero no podemos seguir asi, Mauri, quiero que reconozcas nuestra relación públicamente en las redes sociales.” 

De repente, Mauricio pensó en Beatriz, sintiendo un dolor en el pecho, y con ansiedad, accedió: “Está bien.” 

Más tarde, Beatriz vio en las noticias el asesinato de una joven en su país. Se mencionaba explicitamente que la joven habia estado con el heredero de Grupo Lucero antes de su muerte, lo que desató una ola de insultos hacia la empresa en las redes sociales. 

Sin embargo, Fiorella pronto 

arificó la situación, alegando que la chica fue a casa de Mauricio con la intención de seducirlo, pero como, Fiorella ya estaba con él, la chica se fue. 

Esta respuesta de Fiorella desvió la ira hacia la chica, llamandola zorra y diciendo que se lo merecia. 

Beatriz se quedó perpleja. 

Este argumento era idéntico al del original. Los lectores que conocían la historia consideraban a Fiorella una victima, creyendo que Mauricio habia sido seducido por la malvada antagonista y que debía compensar a Fiorella. En cuanto a la antagonista, era considerada merecedora de su destino. Así como Beatriz, cuyo final trágico también se consideraba merecido.

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